Una política intersectorial permanente permite reducir la pobreza en el país: Min. Doris Soliz Carrión

Una  permanente aplicación de políticas de inclusión social, económica  y fomento de la producción ha permitido que Ecuador tenga una creciente reducción de la pobreza en su población, tal como  lo confirma el último informe de la Comisión Económica para América Latina y El Caribe (Cepal). Este estudio, que se conoció el último martes en Santiago (Chile), ubica al Ecuador como el segundo país latinoamericano que ha reducido los índices de pobreza significativamente. En 2010 el nivel de pobreza era del 37,3%  y en 2011 llegó al 32,4%, lo que representa una baja de 4,9%, dice el estudio.

La ministra de Inclusión Económica y Social, Doris Soliz Carrión, recordó que el Gobierno Nacional estableció la lucha contra la pobreza como una política de Estado. En ese sentido, el combate a la desigualdad y la reducción de pobreza ha sido el resultado de un conjunto de estrategias multisectoriales en las que participan todas las carteras de Estado, especialmente los ministerios de Inclusión Económica y Social, de Salud, de Educación, el Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda, de Relaciones Laborales, entre otros.

Políticas como  la gratuidad de la educación pública, que implicó la eliminación de la matricula, la dotación de uniformes y útiles gratis para los alumnos de los planteles fiscales rurales y  alimentación escolar, permitió que miles de niños vuelvan a clases. Aproximadamente 500 000 niños y adolescentes dejaron de trabajar en estos últimos años.

Políticas laborales, como la eliminación de la tercerización, la obligatoriedad de que las empleadas domésticas sean afiliadas al Seguro Social, también contribuyeron a que más ecuatorianos tengan un trabajo estable y seguro.

La política pública también incluyó acciones decididas de aseguramiento y cobertura de la protección social de la población en situación de pobreza. Así, hasta octubre de 2012, el Bono de Desarrollo Humano (BDH) atendió a 1 200 707 hogares  ecuatorianos (principalmente madres jefas de hogar).  Esto representa un aumento del 23% en seis años, pues en el año 2006, se atendió a 979 008 madres.

La asignación del BDH a este segmento de la población es temporal, hasta que se superen las condiciones de pobreza. Lo más importante, además es la creación del Crédito de Desarrollo Humano, que lo han recibido más de 900 mil beneficiarios-as, invirtiendo en emprendimientos productivos que acompaña y asesora el Instituto de Economía Popular y Solidaria (IEPS), con excelentes resultados en crear capacidades ya oportunidades para superar la pobreza.

La pensión para adultos mayores fue entregada a 587 492 personas hasta octubre de este año. Es decir, en seis años ha habido un aumento del 197 %, pues en el año 2006, menos de 200 mil adultos mayores lo recibían. La pensión para personas con discapacidad ha sido entregada a  117 674  personas hasta octubre de 2012. Hace seis años la recibían solamente 5 039  personas. En seis años ha crecido en un 2 235%. Tampoco está condicionada a la corresponsabilidad.

Además, el Gobierno Nacional ha establecido una política fiscal progresiva que se ha reflejado en la priorización en las personas, hogares y regiones más necesitadas y de menores ingresos del país para la provisión de servicios básicos y de programas de atención social,   así como el incremento sostenido del gasto e inversión en el área social.  Es así que en términos reales, la inversión social crece más rápidamente que el Producto Interno Bruto (PIB), en especial entre 2008 y 2012, llegando a US$ 7 000 millones.

Todas estas acciones conllevan a que los índices de indigencia bajen del 14,2% en 2010 al 10,1% en 2011. El documento de la Cepal indica que desde el 2002 la reducción de los índices representa un 16,6%. En ese entonces la pobreza alcanzaba el 49% y la indigencia el 19,4%. En ese sentido, el número de personas por debajo de la línea de pobreza cayó entre diciembre del 2006 y diciembre del 2011 a 937 000, de las cuales alrededor de 44 039 saldrán de la pobreza este año.

Según la Encuesta Nacional de Empleo, Desempleo y Subempleo Urbano (Enemdu), la mayor reducción se ha dado en la pobreza rural, con 15 puntos menos. Tanto la pobreza urbana como la extrema pobreza rural se reducen en cerca del 40%. Es decir, hay un mejoramiento de las condiciones de ingreso en todas las áreas.

Por otro lado, el Sistema Integrado de Indicadores Sociales (Siise), la pobreza por necesidades básicas insatisfechas también se ha reducido durante los últimos cinco años, de 51,6% en 2005 a 41,8% en 2011. En el caso de la pobreza extrema, ésta se reduce de 25,8% a 16,6% en 2010. Esta reducción  se debe principalmente al mejoramiento de las condiciones de vivienda a través del acceso a proyectos públicos de viviendas nuevas y mejoramientos; y al incremento de la matrícula ocurrido en especial en la educación básica.