Ministra Betty Tola compartió en Guayaquil con la Orquesta Sinfónica Cristiana del Ecuador

La Orquesta Sinfónica Cristiana del Ecuador mantiene un proceso de inclusión con jóvenes y adolescentes para, a través de la música, alejarlos del consumo de las drogas.

Este martes, 15 de marzo, la ministra de Inclusión Económica y Social (MIES), Betty Tola, mantuvo un encuentro con integrantes de la Orquesta Sinfónica Cristiana del Ecuador (OSCE) en Guayaquil, donde pudo conocer la inclusión de adolescentes y jóvenes que esta fundación implementa a través de la música como una alternativa frente al consumo de drogas.

La ministra Tola, además de informar sobre las competencias del MIES en temas de inclusión de la población juvenil en lo que respecta al buen uso del tiempo libre, felicitó el esfuerzo que viene realizando la Orquesta Sinfónica Cristiana, porque según dijo se está creando una referencia, “ya que representa un verdadero ejemplo: cambiar las drogas por la música”.

Según José Mejía, director de la Orquesta Sinfónica, se han atendido alrededor de 500 jóvenes que fueron registrados como “jóvenes sanos” luego de permanecer hasta tres años en un proceso de aprendizaje musical que los mantuvo alejados de las drogas.

“La única manera de resolver lo que están viviendo muchos jóvenes que no han tenido la oportunidad de encontrar un equipo de personas y sus redes familiares para acompañar este momento crítico, es articulando esfuerzos. Requerimos un trabajo articulado entre la acción que está haciendo el gobierno y la experiencia positiva de entidades como la Orquesta Sinfónica Cristiana”, manifestó la ministra Tola.

De acuerdo con la versión de José Mejía, director de la entidad, se han atendido alrededor de 500 jóvenes que fueron registrados como “jóvenes sanos” luego de permanecer hasta tres años en un proceso de aprendizaje musical que los mantuvo alejados de las drogas.

José Willa, uno de aquellos ejemplos, narró su experiencia y cómo pudo superar su adicción a las drogas con el apoyo que recibió y al mismo tiempo solicitó que se extienda “ayuda” a otros jóvenes a través de la música. “Yo estuve ahí y no es nada bonito”, reconoció.