Sangolquí, 14 de agosto de 2021.

El Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) gracias al convenio firmado con la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE) coordina la vinculación a la comunidad de los estudiantes de Postgrado de Geriatría y Gerontología para brindar valoración especializada e integral a la población adulta mayor de los centros gerontológicos residenciales directos y por convenio del MIES, en la provincia de Pichincha.

El día de hoy, en el Centro Gerontológico Ignacio de Loyola, ubicado en Sangolquí, establecimiento que mantiene convenio con el MIES desde el año 2014 bajo la modalidad de atención gerontológica residencial, evaluó con 4 postgradistas a los 21 adultos mayores del establecimiento, en los ámbitos clínico, funcionalidad de su cuerpo, aspectos emocionales y su entorno social.

Karina Pazmiño, coordinadora del Postgrado de Geriatría y Gerontología de la PUCE, manifestó que a través del convenio 30 postgradistas realizarán permanentes visitas para la atención gerontológica de los adultos mayores que habitan en los centros residenciales. “Para nosotras y nosotros es gratificante vincularnos con la comunidad, especialmente, brindar nuestra atención a aquellos adultos mayores de escasos recursos económicos”, expresó.

De igual manera, Katy Puga, coordinadora del Centro Gerontológico Ignacio de Loyola, agradeció la gestión del MIES, pues las valoraciones de los profesionales de la PUCE, les permite conocer el estado físico y emocional de sus adultos mayores para contribuir a mejorar la atención que reciben en el centro.

El MIES está trabajando en la generación de acuerdos interinstitucionales con otras entidades educativas del ámbito superior para la atención integral de los adultos mayores, con el propósito de extender la cobertura a todas las provincias del país.

En la provincia de Pichincha, el MIES cuenta con cuatro Centros Gerontológicos Residenciales de atención directa y por convenio, para la atención de 160 adultos mayores en situación de vulnerabilidad, pobreza, pobreza extrema y abandono.

COMUNICACIÓN SOCIAL – DMQ