La población usuaria de bonos y pensiones recibe servicios adicionales para garantizar la mejora en su calidad de vida.

Cerca de 50.000 personas de la provincia de Chimborazo en situación de pobreza, extrema pobreza y vulnerabilidad, reciben subsidios del Estado, a través de bonos y pensiones que entrega el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES). El sistema de protección social está destinado a mejorar las condiciones de vida de madres de familia, personas con discapacidad y adultos mayores.

El programa se opera a través de los Bonos: de Desarrollo Humano, Desarrollo Humano Variable, Joaquín Gallegos Lara y las Pensiones: Adultos Mayores, Mis Mejores Años, Plan Toda Una Vida y Personas con Discapacidad.

El Bono de Desarrollo Humano (BDH), es una transferencia mensual de 50 dólares entregada a las cabezas de familia, en su mayoría mujeres, para garantizar que sus hijos e hijas permanezcan en el sistema educativo y sean atendidas regularmente en su salud. En la provincia lo reciben 19.609 familias. A ello se suman 4673 madres que acceden al Bono con componente Variable que llega hasta los 150 dólares, según el número de hijos menores de edad.

La Pensión para Personas con Discapacidad, rubro de 50 dólares que llega a 503 personas con discapacidad de igual o mayor al 40%, está conceptualizada para cubrir vulnerabilidades relacionadas a la situación económica del núcleo familiar.

Así mismo, 1.655 usuarios mayores de 65 años de edad, reciben 50 dólares mensuales por concepto del Bono para Personas Adultas Mayores, con el afán de mejorar su calidad de vida. En este ámbito también se incluye la Pensión Mis Mejores Años de 100 dólares, que es entregada a 19.687 personas mayores que se encuentran en situación de extrema pobreza y/o vulnerabilidad.

Lupe Ruiz, directora del MIES en Chimborazo, explicó que adicionalmente, 924 cuidadores de personas con discapacidad reciben el Bono Joaquín Gallegos Lara de 240 dólares mensuales. “Esta transferencia económica se entrega a las personas que padecen de discapacidad severa, enfermedades catastróficas, raras o huérfanas y a menores con VIH-SIDA. Paralelamente brindamos servicios sociales y acompañamiento para mejorar permanentemente las condiciones de vida de las familias”.

Finalmente, la Pensión Toda una Vida amplía el derecho de los sectores vulnerables con la entrega de 100 dólares cada mes a 2.863 personas con discapacidad en extrema pobreza.