El MIES coordina acciones para atender a 73 familias afectadas por inundación en comuna El Daular

(Foto: Moradores de la comuna El Daular de Guayaquil perdieron sus bienes a causa de las inundaciones.)

El Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) y la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR) brindarán ayuda humanitaria a las familias que resultaron afectadas tras la inundación de la comuna El Daular de Guayaquil. Esta cartera de Estado inició su intervención con el levantamiento de información, lo que permitió determinar que 73 familias resultaron afectadas, 18 de las cuales perdieron la totalidad de sus pertenencias.

La comuna El Daular, ubicada en el km. 33 de la vía a la costa, quedó inundada tras la creciente de dos ríos cercanos a este sector. Varias entidades estatales coordinaron diversas acciones para atender lo antes posible a los habitantes, que perdieron enseres y diversos tipos de cultivo.

Tanya González, coordinadora zonal 8 del MIES (Guayaquil, Durán y Samborondón), manifestó que se busca brindar una respuesta integral a los afectados. “Los damnificados recibirán ayuda humanitaria con kits de dormir, alimentos, ropa y aseo para reparar progresivamente los efectos causados por este evento adverso”.

González indicó que se desarrollarán actividades lúdicas para atender la parte psico-emocional de niños y niñas de la comuna y que reciben atención en la unidad Creciendo con Nuestros Hijos (CNH) “Lunita”. Los adultos mayores y las personas con discapacidad, así como la población en general recibirán atención de salud.

El Ministerio de Salud realizará acciones sanitarias como fumigaciones intradomiciliarias, aplicación de vacunas y entregará insumos para purificar el agua. Además realizará charlas preventivas para prevenir enfermedades como el Dengue y el Chikungunya.

Julio Preciado, presidente de la comuna El Daular, definió como “muy buena” la atención canalizada por el Gobierno Nacional y solicitó que se ejecuten las acciones correspondientes para evitar en el futuro eventos como el sucedido.

Jesús Quinde, habitante del lugar dijo que la creciente “no dio tiempo a nada” y tanto él como las familias de dos de sus hijos (en total 12 personas) perdieron la mayor parte de sus pertenencias.