EL LIBRO: HACIA UNA REFORMA DEL BONO DE DESARROLLO HUMANO FUE PRESENTADO

Pasar de una transferencia económica plana a una diferenciada, modificar las condicionalidades acordes a la realidad del país, considerarlo como un beneficio no permanente e incluir una relación de género más participativa, son entre otras algunas de las propuestas que trae el libro Hacia una Reforma del Bono de Desarrollo Humano (BDH), presentado la noche de ayer en una de las Salas de la Biblioteca de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO).
Los autores de la publicación: Juan Ponce y Francisco Enríquez, felicitaron al Ministerio de Inclusión Económica y Social por la apertura dada hacia el análisis y la discusión de las reformas que deben incluirse en el BDH, justo en el momento adecuado por el inicio del levantamiento de información de los hogares en donde se registren beneficiarios del mismo, algo que permitirá alcanzar los insumos necesarios para efectuar las modificaciones ideales en beneficio de la población que accede a esta transferencia del Estado.
Juan Ponce, titular de la Flacso, es de la idea de darle al BDH una visión de programa de generación de capacidades y no de compensación únicamente monetaria como es en Ecuador. Pasar de la condicionalidad plana (hogar) hacia el niños, niña y adoptar una condicionalidad lógica de capacidades, determinar cómo graduar a los beneficiarios del BDH, así como deshacerse de taras y sesgos ideológicos.
Francisco Enríquez, coordinador y coautor de la publicación, sostuvo que hay que hacer una revisión al BDH en el aspecto de la salida de la pobreza, monitorear de mejor manera la corresponsabilidad, que las familias inviertan más en el desarrollo humano en sus hogares y agregarle un piso mínimo de protección social.
Recordó que el bono solidario nació en 1998, hace 14 años, y que recién en el 2013 se inicia un control universal al programa más grande de beneficio social en América Latina, ya que acceden a el 1 900 000 personas en forma directa y que alguna manera sus beneficios llega a seis millones de personas, o sea el 40 por ciento de la población ecuatoriana.
El evento de lanzamiento de la obra fue moderado por Betty Espinosa, subdirectora académica de la (FLACSO) y participó, además, Fernando Unda, director de CARE Ecuador.