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Deli Pan, un emprendimiento con toque inclusivo

(Foto: El emprendimiento se inauguró con la presencia de representantes del MIES, el Centro Caritas Antonianas Alegría de Vivir y la comunidad, la mañana del viernes 27 de noviembre.)

Pasteles, panes y dulces variados, son parte de la oferta del emprendimiento Deli Pan, negocio impulsado por un grupo de usuarios del Proyecto de Discapacidad Mental y sus familias. Una de ellas es Juana Vera, quien ha visto en este negocio una alternativa para aportar en la economía de su hogar.

Vera es madre de una persona con discapacidad intelectual, quien también se ha integrado en las actividades propias de la panadería. Ella confiesa que no es fácil su jornada, ya que debe levantarse muy temprano, para garantizar que sus clientes tengan a primera hora su producto.

Esta labor es apoyada Ángela Molina, quien junto a su hija son usuarias del proyecto. Ellas han notado que el tener un negocio les ha permitido mejorar en su salud emocional. “Nos sentimos que somos capaces, ya que tenemos un ingreso que nos permite mejorar nuestro nivel de vida”, dijo.

Inauguración

A inicios de este año, Vera y Molina arrancaron con este emprendimiento en las instalaciones del Centro Caritas Antonianas Alegría de Vivir. Sin embargo, se dieron cuenta que era momento de independizarse y continuar con su negocio en un local, ubicado en la avenida Sao Paulo y Maracaibo de la cooperativa Rumiñahui.

Y es así que en un acto oficial con la presencia de representantes del Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES), el Centro Caritas Antonianas Alegría de Vivir y la comunidad, la mañana del viernes 27 de noviembre, se inauguró este emprendimiento.

Inversión

“El MIES, a través del proyecto, ha financiado alrededor de 6.000 dólares en este emprendimiento. Dinero que ha sido invertido en la adquisición de los equipos y otros materiales”, informó Mauro Tapia, director distrital del MIES en Santo Domingo de los Tsáchilas.

Por su parte, Juana Vera y Ángela Molina, a través del Crédito de Desarrollo Humano (CDH), obtuvieron 1.200 dólares, dinero que fue invertido en la compra de perchas, cocina y una refrigeradora. Las ganancias de su negocio también les han permitido implementar una pequeña tienda de víveres.

A diario, estas mujeres realizan alrededor de 240 panes. Un porcentaje de su producción es adquirida por el proveedor de alimentación de cuatro de los Centros Infantiles del Buen Vivir (CIBV) Emblemáticos del MIES.