Más de mil familias fueron parte del servicio de Acompañamiento Familiar en Tungurahua

En la provincia de Tungurahua, 1.064 familias usuarias del Bono de Desarrollo Humano (BDH) culminaron el proceso de Acompañamiento Familiar que el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) entrega a la ciudadanía con el objetivo de realizar visitas domiciliarias, apoyo psicosocial personalizado y garantizar el acceso a servicios del Estado.
Laura Freire, a sus 50 años de edad, es parte de este proyecto, que le significó un verdadero apoyo. “Hemos aprendido mucho a cuidar nuestra salud, a enviar a nuestros hijos a la escuela, a ser respetuosos en nuestro trato, a invertir nuestra platita del bono, utilizarla de la mejor manera; en fin, a ser mejores seres humanos con nosotros mismos”, contó.
Fabricio Proaño, viceministro de Inclusión Económica y Movilidad Social del MIES, destacó que con el acompañamiento varias familias accedieron al Crédito de Desarrollo Humano (CDH) para poner en marcha un emprendimiento productivo o negocio propio. “Esta es la muestra de cómo se ha trabajado con los núcleos familiares apoyando en la elaboración de su plan de vida”, enfatizó.
La colocación de una muceta y una capa fue la manera simbólica de reconocer la participación, compromiso y corresponsabilidad de las familias. «El Acompañamiento Familiar a más de ser un trabajo técnico, es un compromiso afectivo, sentido y realizado con un gran corazón. Los servicios y políticas públicas son ahora un mecanismo para que ustedes ejerzan sus derechos», enfatizó Juan Pablo Orozco, Coordinador del MIES en la zona 3, durante el evento al que asistieron más de 800 personas.
En la provincia de Tungurahua, 2.898 familias que acceden al bono reciben el servicio de Acompañamiento Familiar, de las cuales 420 accedieron a un crédito; el 92% invirtió el crédito no reembolsable en un negocio propio o emprendimiento, el 4% lo utilizó en gastos de vivienda y el 4% en salud, educación y gastos personales.