70 adultos mayores viven sus mejores años en el centro “Padre Saturnino López Noboa” de Penipe
Riobamba, 03 de septiembre de 2019.
“Cuidar los cuerpos para salvar las almas” es la frase que resume, según la religiosa Mariana Rojas, la misión de la “Congregación de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados” y que acoge a 70 adultos mayores en el centro gerontológico “Padre Saturnino López Noboa” del cantón Penipe en Chimborazo.
Este servicio es factible a través del convenio mantenido con el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES), en el marco de la Misión Mis Mejores Años. El aporte del Estado para cubrir la atención supera los 350 mil dólares.
Desde 1996 el centro gerontológico alberga a adultos mayores en estado de abandono y que provienen de varios lugares del país. En este espacio reciben terapia ocupacional y psicológica, rehabilitación física, trabajo social, entre otras. El objetivo principal es estimular en los usuarios las capacidades de lenguaje, memoria, percepción y movilidad.
Las religiosas además de la preparación espiritual poseen conocimientos técnicos. “La formación en el área de enfermería permite brindar una adecuada atención al adulto mayor” indicó sor Mariana Rojas. El cuidado a los usuarios se realiza los 365 días del año.
Loana López, practicante de rehabilitación física menciona que las enfermedades más comunes entre los adultos son artrosis, artritis, rigidez, hipotonía, entre otras. Jorge Gallardo, adulto mayor, es atendido en el centro y recibe terapia física posterior a sufrir un accidente de tránsito que lo mantuvo inmóvil. Por medio del tratamiento recupera paulatinamente la movilidad.
El Centro Gerontológico cuenta además con grupos voluntarios. Segundo Núñez, de 85 años y de ocupación sastre, comenta que solía visitar frecuentemente a un familiar en este centro. Al morir su pariente decidió quedarse como voluntario en el área de costura. “Por medio de mi profesión puedo ofrecer una mano a las hermanas de la congregación y a los adultos abandonados; así sirvo a mis semejantes y compartimos la alegría de vivir”, menciona.